Hoy ha sido la Popular de Usera. En un principio ibamos a ir Pedro, Max y yo; pero Max se quedó dormido y cuando le llamé al móvil se le acabó la batería y no apareció.
Quedé con Pedro a las 9:30 en Marcelo Usera y llegamos al polideportivo a las 9:40. Lo primero que hicimos, como en Móstoles fue recoger el chip. Volvimos de nuevo al coche para quedarnos con la ropa de calentar y salimos al parque que hay frente al polideportivo para trotar por allí unos 15-20 minutos, estirar un poco y descargar peso excesivo. Después fuimos al coche y ya nos quedamos con ropa justa de correr. El sol estaba oculto tras una buena capa de nubes y como buen día de Invierno había niebla, el asfalto estaba resbaladizo y la temperatura no pasó de 3ºC.
En la línea de salida nos encontramos con Fermín, un profesor que tuvimos en Joyfe, y tras hablar con él un rato tomamos posiciones en la salida. Yo me quedé por la zona media y le dije a Pedro que cogiera sitio delante. Antes de comenzar se guardó un minuto de silencio, del cual no nos enteramos ya que la megafonía era muy limitada. Por fin sonó el pistoletazo de salida y la muchedumbre se encaminó a la subida de Ricardo Beltrán y Roizpide, la cual subimos entera y giramos por Cerro Blanco para volver a la línea de salida. Ya llevábamos más de 2 kilómetros y el tercero cayó en Rafaela Ybarra antes de llegar a la Av. de los Poblados, por la que fuimos hasta Doctor Tolosa, por detrás del Hospital, donde cayeron los kilómetros 4 y 5. Al pasar el kilómetro 4 me adelantó un señor de barba con una facilidad pasmosa, con pasos cortos y rápidos casi como un marchador. Poco antes de llegar al 5 ya iba de vuelta el primer clasificado, un poco pasado su km 7. En ese cruce de personas que unas íbamos y otras venían, ví a Pedro en Antonio López, un poco antes del kilómetro 6 mío, el cual alcancé en la subida hasta Av. Córdoba y tras dar la vuelta en la Glorieta de Cádiz pasé a formar parte del grupo de gente que hacía el camino de regreso. Ya de nuevo en Antonio López pasé el kilómetro 7 y el señor de la barba no se me despegaba más de lo necesario. Subiendo Doctor Tolosa (todo lo que se baja, se vuelve a subir) las piernas parecían que pesaban y además de las piernas, pesaba más la cabeza que el corazón; pero ver el octavo kilómetro pintado en el suelo daba alas. Como los Caballeros del Zodiaco le grité a mis zapatillas DADME VUESTRAS FUERZAS PEGASUS y sin apenas esfuerzo llegué al último kilómeto por Av. Poblados y con la vista puesta en el polideportivo, donde teníamos que completar una vuelta entera más cien metros para acabar. Mi amigo de la barba, aquel que me adelantó en el cuarto kilómetro iba aún por delante mío, sin que pudiera cogerlo ni el podía despegarse demasiado. Por fin entramos a la pista con los animos de una madre de familia y su hija, ahí ya no quedaban más de 500 metros, así que poco a poco fui aumentando el ritmo, sin pasarme para no pinchar a última hora y a la altura de la contrameta adelanté a una mujer y a los cien metros comencé un sprint de esos míos que me sirven para adelantar entre 10 y 12 puestos y recortarle muchos segundos al crono. A escasos 50 metros de la llegada adelanté al hombre de la barba que tanto se me había resistido.
El plano del recorrido es http://traininglog.runners.es/maps/2e940ffb40ca4a46b41824989e4b76a8 real como la vida misma ni un metro más ni un metro menos.
El tiempo final que hice fueron 45:46 en 10.1 km, a una media de 4:32, con una media de 176 pulsaciones y una máxima de 188. El límite de 45' que hace nada veía inalcanzable está cada vez más cerca. Pedro hizo 41 minutos, un tiempazo.
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